En un mundo cada vez más digitalizado, la tecnología juega un papel fundamental en diversos aspectos de la sociedad, incluida la educación. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) advierte sobre la necesidad de un uso adecuado de la tecnología en el ámbito educativo, resaltando que su implementación debe estar centrada en mejorar las experiencias de aprendizaje y el bienestar tanto de estudiantes como de docentes.
El llamamiento urgente de la UNESCO fue presentado en el evento «Tecnología en la educación: ¿Una herramienta en los términos de quién?» durante la presentación del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2023, realizado en Montevideo, Uruguay. Este evento contó con la participación de 18 ministros de educación de diferentes países.
Cuatro cuestiones clave fueron propuestas en el informe para ser reflexionadas por los responsables de políticas educativas y partes interesadas en la educación al implementar la tecnología en el proceso de enseñanza:
- ¿Es adecuada? La tecnología puede mejorar el aprendizaje en ciertos contextos, pero es esencial que su uso sea equilibrado y esté acompañado por la guía de docentes calificados. La distribución de dispositivos tecnológicos a los estudiantes no garantiza mejoras si no se integran adecuadamente en la experiencia pedagógica.
- ¿Es equitativa? Durante la pandemia de COVID-19, la educación en línea dejó a muchos estudiantes excluidos, especialmente a los más pobres y aquellos en zonas rurales. La UNESCO hace un llamado a garantizar una conectividad significativa para todos y a centrar la atención en los grupos más marginados.
- ¿Es ampliable? La toma de decisiones basada en evidencia es clave para una educación efectiva. Sin embargo, la mayoría de la evidencia proviene de países desarrollados, lo que puede generar sesgos. Además, es fundamental considerar los costos a largo plazo y asegurar que las necesidades básicas de educación sean satisfechas.
- ¿Es sostenible? La rápida evolución tecnológica exige que los sistemas educativos se adapten constantemente. La alfabetización digital y el pensamiento crítico se vuelven cada vez más cruciales, especialmente en un mundo influenciado por la Inteligencia Artificial. También se enfatiza la importancia de proteger los derechos de los usuarios, incluida la privacidad de los datos en la educación.
Para un futuro sostenible, la tecnología debe ser una herramienta que apoye, pero nunca reemplace, las interacciones humanas en la enseñanza y el aprendizaje. La UNESCO llama a todos los países a considerar estos principios al implementar la tecnología en el ámbito educativo, asegurando que su uso sea inclusivo, responsable y beneficioso para todos los estudiantes.