La fiebre de la IA generativa: ¿hacia su declive?
En el transcurso del último año, la llegada de productos de inteligencia artificial generativa (IA) al público en general desató una frenética mezcla de emociones: emoción y temor. La capacidad de estas herramientas para crear imágenes y textos a partir de una simple indicación de texto dejó a la gente sorprendida. Silicon Valley se entusiasmó con la idea de una tecnología transformadora, capaz de generar ganancias después de años de estancamiento y fracasos en el mundo de las cripto y del metaverso. Sin embargo, también surgieron preocupaciones sobre el futuro transformado por la IA generativa, donde millones de empleos podrían perderse, y la distinción entre lo real y lo generado por una computadora podría volverse imposible.
Después de varios meses, parece que la euforia inicial está comenzando a desvanecerse. Los gobiernos están intensificando los esfuerzos para regular esta tecnología, los creadores están demandando por supuestas violaciones de propiedad intelectual y derechos de autor, y las preocupaciones sobre las invasiones a la privacidad, tanto reales como percibidas, se hacen evidentes. Además, la precisión de los chatbots impulsados por IA está siendo cuestionada, y los usuarios empiezan a perder interés en ellos. Informes recientes sugieren que los chatbots generados por IA, como ChatGPT, están experimentando una disminución en el tráfico de usuarios. Incluso pueden ser menos precisos ahora que en el pasado.
La tecnología generativa AI sigue siendo poderosa y perdurable, pero informes recientes indican que la emoción y la curiosidad iniciales están disminuyendo, y las expectativas iniciales sobre la adopción masiva de chatbots podrían haber sido exageradas.
El camino de ChatGPT y Bing AI
OpenAI y su chatbot ChatGPT se situaron rápidamente en la vanguardia de las empresas y herramientas de IA generativa, impulsados en parte por ser uno de los primeros en llegar al público en general y por su asociación con un gigante, Microsoft. Esta asociación resultó en la integración de ChatGPT en el motor de búsqueda web Bing de Microsoft, un paso ambicioso que no ha tenido el impacto esperado: Bing no ha logrado erosionar todavía la cuota de mercado de Google.
Mientras tanto, los chatbots generados por IA también enfrentan desafíos. El tráfico del sitio web de ChatGPT ha disminuido por primera vez desde su lanzamiento, y las descargas de su aplicación para iPhone también han caído. Google, por su parte, no ha integrado su chatbot Bard en sus servicios de búsqueda, al que todavía mantiene con la advertencia de «experimental».
Retos actuales y un futuro incierto
La trayectoria de la IA generativa no está exenta de obstáculos. Los chatbots han demostrado tener problemas, desde respuestas inexactas hasta problemas éticos y prejuicios. En Estados Unidos, la Comisión Federal de Comercio -agencia a cargo de la protección al consumidor- está investigando las respuestas inexactas de ChatGPT, y estudios recientes han mostrado declives en la precisión de los modelos más nuevos.
Recientemente, las principales empresas detrás de los modelos de lenguaje de IA participaron en un desafío de evaluación de precisión y seguridad en DEF CON, una convención de piratería masiva. Este evento busca evaluar cómo funcionan realmente estos chatbots en situaciones de estrés.
Una IA más segura y confiable
A pesar de los desafíos y las disminuciones en el interés, la IA generativa sigue siendo una tecnología poderosa. Sin embargo, su futuro como herramienta esencial todavía es incierto, y su capacidad para superar los desafíos actuales determinará su éxito continuo en el mundo en constante evolución de la tecnología.
En un momento en que las voces críticas están en aumento, estas herramientas deben evolucionar para mantener su relevancia y utilidad en la vida cotidiana. Mientras tanto, el mundo sigue esperando para ver cómo los desarrolladores de IA abordan los desafíos y refinan sus modelos para un futuro más seguro y confiable.